Alta resistencia y durabilidad: las cadenas de ancla están diseñadas específicamente para soportar las inmensas fuerzas que se ejercen durante el anclaje. Por lo general, están hechas de acero de alta resistencia, lo que garantiza que puedan soportar el peso y la tensión asociados con la sujeción de una embarcación, incluso en condiciones difíciles.

Resistencia a la corrosión: para soportar el duro entorno marino, las cadenas de ancla suelen tratarse con revestimientos resistentes a la corrosión, como el galvanizado. Esta capa protectora ayuda a prolongar la vida útil de la cadena al evitar la oxidación y la degradación, lo que garantiza que siga siendo confiable durante períodos de uso prolongados.

Integridad de los eslabones: Las cadenas de ancla están construidas con eslabones entrelazados que proporcionan una resistencia y una fiabilidad excepcionales. Los eslabones están diseñados para resistir la rotura bajo tensión, lo que proporciona una conexión segura entre el ancla y la embarcación.

Tamaño y longitud variables: las cadenas de ancla están disponibles en varios tamaños y longitudes para adaptarse a diferentes tipos y tamaños de embarcaciones. El diámetro de la cadena, conocido como el tamaño de la cadena, es una especificación importante que determina su resistencia y su idoneidad para una embarcación en particular.

Parte integral del sistema de anclaje: las cadenas de ancla son un componente fundamental del sistema de anclaje general. Conectan el ancla al barco, lo que permite desplegar y recuperar el ancla de manera adecuada y, al mismo tiempo, garantiza que el barco permanezca anclado de manera segura.